sábado, 16 de diciembre de 2006

De nuevo al gine

Bendito seas Édgar. Nos hemos enterado que las dichosas vacunas contra el tétanos no son necesarias, ni los exámenes de no-sabemos-qué y enfermedades venéreas que le querían hacer a la mamá.
Se acerca el fin de año y la temperatura ha bajado considerablemente, pero seguramente el bebé está calientito dentro de mamá y afortunadamente, parece que todo va muy bien.
Los antojos siguen a la orden del día: semillas (nueces, avellanas), tortas de huevo con salchicha, esquites, sandwiches de jamón y el riguroso cereal todas las mañanas. Afortunadamente el papá no ha sufrido al tener que satisfacer antojos extraordinarios como narran las leyendas urbanas (del tipo "comer ladrillo") o en horarios inadecuados, digamos, madrugada.
Todo listo para la última Noche Vieja "solitos", a partir de ahora, somos 3.

2 comentarios:

Laura dijo...

La verdad desconozco (creo que afortunadamente) los servicios que brinda la "asistencia social", pero se me hace que tratan a mucha gente como si fueran bestias insensibles. Bloody humans!

Y no, no se dejen vacunar por ningún motivo. Se me hace que esas vacunas tienen un motivo desconocido y turbio (como en la película de The Constant Gardener).

Los quiero un resto. Atte. Paranoias, Inc.

Cazador de Tatuajes dijo...

Que blog tan bello...una re-invención total del concepto

Felicidades a los roqueros y orgullosos padres.

Tomense su acido Folico no sea que su chilpayate les salga como Hank Williams