jueves, 18 de enero de 2007

¡¡¡Es Niño!!!

¡Eureka!

Saliendo del consultorio de Édgar, fuimos directamente a un laboratorio radiológico que está en el mismo edificio y, de una, Mamá se hizo el ultrasonido. Todo fue muy rápido, que a Papá no le ha caído el veinte todavía.

Pasamos de inmediato. Mamá se acostó en la cama, le pusieron el gel y en el instante en el que el doctor puso el aparatejo sobre su panza, comentó "más rápido imposible, me ha tomado sólo 1 segundo" y preguntó "¿quieren saber qué es?". Papá no entendió bien de qué hablaba. Mamá tampoco. Se voltearon a ver, con el ceño fruncido, y reviraron con un absurdo "¿Cómo...?".

"Sí," explicó el doctor. "Que si quieren saber qué es, porque no me tomó ni un segundo saberlo", mientras comenzaba a hacer el ultrasonido como debiera. Mamá y Papá contestaron "Sí, por favor". Y eso, el doctor dijo que era niño, hizo pausa y dibujó en el monitor del maquinón la silueta de las nalguitas y su "credencial", como atinadamente le llamó a lo que algunos denominan como "el paquete".

Después de algunos minutos, pudimos ver su cara, sus manos, los huesos de la columna, las piernas, el corazón y varios órganos completamente formados y su silueta de perfil, en la que aún se nota un cabezón gigante, característico de la etapa. También escuchamos su corazón (y aquí vale la pena mencionar que Papá debería ser menos pasgüato y aprender a editar el video e insertarle el audio, cosa que no ha logrado y por lo cual, se conformará con subir algunas imágenes).

Al salir del consultorio, Papá y Mamá eran las personas más felices del Sistema Solar. A pesar de que ninguno de los dos manifestaba abiertamente alguna preferencia, Mamá siempre "sintió" que era niño. Papá es feliz porque sabe que tiene un nuevo amigo con el que va a jugar y al que le va a tratar de enseñar muchas cosas, de las buenas y de las malas.


Papá mandó mensajes a todos sus contactos en la agenda telefónica y lloró de alegría. Mamá también lloró. Después hablaron con los abuelos para comunicarles la noticia y fueron a casa a festejar tan buena noticia y a descansar después haber visto correr tanta adrenalina.


Por cierto, su nombre, que fue seleccionado a la primera, desde hace varios meses, será Nicolás.



...cuanta tecnología.



...Mamá en la antesala, con el nervio a full!



...bienvenido seas, Nicolás.

De vuelta con San Édgar

De nuevo visitando a Édgar... ¡qué bien! Este muchacho es una bocanada de la más purificada y pasteurizada tranquilidad. Hombre de pocas palabras, instrucciones breves, concretas y acertadas, nos pone los pies en la tierra ante tanta cosa que dice la gente.
Papá cree que la peor parte del embarazo es esa: que todos te dicen qué es lo que tienes y no tienes que hacer. Carajo. Si, precísamente, toda la vida ese ha sido su gran problema, que todo mundo le diga lo que se supone que tiene que hacer, ahora más lo traen más jodido que nunca. Afortunadamente Mamá es un ser supremo y paciente que canaliza de manera efectiva todos esos consejos, y eso lo logra haciendo caso omiso, claro está, jejeje.
El siguiente paso es uno de los más esperados: el ultrasonido de los 5 meses, en el que podremos saber el género del bebé. ¡Que emoción! Por lo pronto Mamá seguirá tomando su ácido fólico y otra pastillita de Calcio para que todo salga bien.



...un cafesito en lo que llega el Doc.

martes, 16 de enero de 2007

3a Cita en el IMSS

Aquí estamos cumpliendo el trámite-tramitoso. Esta doctora está re gacha y quiere dominar, a pesar que sabe que tenemos nuestro médico particular, lo cual nos arranca un sentido "chale". Mamá no quiere ni que la toque y Édgar nos ha dicho que ni de broma la dejemos. En fin, nos pide no-sabemos-cuantas-cosas y nosotros decimos "sí" porque no queda de otra, pero en el fondo sabemos que está muy equivocada.


...aquí Mamá fuera del consultorio 23, mejor conocido como la Antesala del Infierno. Nótese el novedoso sistema de archivo al fondo.

viernes, 5 de enero de 2007

La Cuna

Marco Rivas y Cristina Teyer, mejor conocidos como Mazza y White, han sido espléndidos con los papás del bebé y con el bebé, por supuesto. Hace unas semanas nos obsequiaron una maleta llena de ropita que seguramente será de gran utilidad y el día de hoy pasamos a su casa por la cuna que su hijo Emilio, que apenas cumplió 1 año el 17 de diciembre, ya ha dejado de usar. También nos obsequiaron artículos varios para amamantar con éxito al bebé. Son unos tipazos.


Con ustedes, el gran Mylo...